Un paper publicado en el Journal of Personality and Social Psychology nos da una nueva manera de pensar los "Planes B", al entender que no solo sirven pasa ser usados, sino que su existencia, y el tiempo dedicado apensar en ellos, puede ser beneficioso.
Nuestra motivación es alimentada por saber que es posible lograr nuestro objetivo. Los planes alternativos nos permiten pensar acerca de nuevas o diferentes maneras de alcanzar nuestra meta, incluso aunque nunca sean utilizados.
El paper de Huan y Zhang trabajó este tema, utilizando un programa de fidelización de clientes de una cafetería. Los participantes recibían un café gratis si juntaban seis sellos. Uno de los grupos del estudio fue manipulado al hacerle creer que podía tener más maneras de reunir los sellos que el otro grupo. Consecuentemente las personas creían que tenían más formas de alcanzar su objetivo que los otros. No existían maneras alternativas, sino que simplemente los investigadores querían poner en juego las posibles existencias planes alternativos para así poder ver los efectos en la motivación de pensar que habían otras formas de alcanzar el objetivo.
Los que creían en la existencia de alternativas tuvieron el doble de participación en el programa de fidelización. Los autores verificaron esto en otros contextos, y siempre observaron el mismo resultado: había el doble de probabilidades de donación de sangre, de escribir reseñas de películas, o de memorizar listas de palabras. Siempre se encontraba más motivación.
A pesar de que los planes de motivación parecieran tener efectos motivadores hay una pequeña "trampa". Cuando las personas están próximas a alcanzar sus objetivos, el encontrar maneras alternativas de alcanzar la meta puede tener un resultado adverso, desmotivante. Utilizando la investigación de los sellos, cuando los clientes tenían cinco, y encontraban maneras alternativas de lograr el sello final, perdían su motivación. Lo mismo ocurría con la donación de sangre.
Esto parecería ser acorde a los trabajos de la psicología de la decisión. En general se podría decir que las opciones son más deseables o "disfrutables" al principio de un proyecto. Más adelantado el proyecto, se pierde ese placer.
Es por eso que se podría concluir que la existencia de un plan B, plan de contingencia, o planes alternativos para alcanzar un objetivo pueden ser una herramienta motivacional al principio, pero luego se convierten en un elemento distractor.
Las opciones en la motivación deberían ser utilizadas al principio, pero no hacia el final, cuando ya es conveniente olvidar caminos alternativos.
Lo mismo ocurre al querer motivar a otros: ofrecer opciones para interesarlos al comienzo, pero luego reducirlas, para evitar distracciones.
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